Loki es uno de los dioses más problemáticos de la mitología nórdica. Hijo de gigantes, era el dios del fuego pero se aburría continuamente de la rutinaria vida de los dioses nórdicos. En muchas ocasiones sus hazañas terminaron ocasionando daños y destrozos, pero era lo suficientemente rápido para arreglar las cosas antes de que se volvieran irreparables.
Con el paso del tiempo Loki se fue volviendo más desagradable y malvado, hasta el punto en que terminó ocasionando la muerte de Balder, el hijo de Odín. Durante un banquete se dedicó a atormentar e insultar a los otros dioses, por lo que terminó escapando de sus perseguidores, pero fue hallado por Odín.