Duendes de Argentina: Coquena
En la inmensa soledad de La Puna, el ganado está protegido contra los ataques de los seres humanos. El pequeño duende Coquena es quién se encarga de mantenerlos a salvo, y a la fecha nadie ha visto a este ser mágico, que en algunas descripciones de seres mágicos figura como un hombre de diminuta estatura, con cara de niño y vestido con camiseta y pantalón de vicuña.
Coquena vigila los ganados desde las alturas, pudiendo mantener a raya a las bestias sin ser visto. Su silbido es lo que más se reconoce en las tierras del norte argentino. Es su llamado mágico para advertir del peligro, y por el miedo al Coquena, las vicuñas y las llamas están protegidas en las tierras del norte.
Los humanos, para no ofender a Coquena, cortan suavemente el vellón para utilizarlo en sus prendas, y no maltratan a las arrias cuando bajan del cerro cargando sal, sino que las cuidan y tratan de mantenerlas lo mejor posible, para tener el visto bueno de este curioso duende.
Los castigos más comunes de Coquena implican la desaparición del ganado a aquellos que trata mal a las llamas, pero a los que son buenos pastores los colma de gracias y bendiciones.
Más información – Los duendes y los niños
Fuente – Thinkquest
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