El destino a traves de la Numerologia

Entre los distintos métodos para tratar de conocer nuestro destino como la metafísica, la astrología, el tarot, la quiromancia y otros, la numerología es la menos conocida o entendida, sin embargo se puede decir que es uno de los métodos considerados como más serios.

La numerología se basa en el estudio de los números, en los cuales puede residir en forma oculta el reflejo de ciertas aptitudes y tendencias de carácter, considerados según este método como una parte integral de un plan cósmico. Para llevar a cabo una sesión numerológica se necesita la fecha de nacimiento y el nombre completo, como los elementos predictivos individuales.

Hay nueve números que se utilizan en la construcción de gráficos numerológicos y son 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, a través de los cuales se confecciona una carta alfabética que proporciona una vibración cósmica relacionada. Así números más grandes que se producen a partir de la adición de los números en la fecha de nacimiento completa o de los valores asignados a cada nombre, se reducen mediante la adición de los dígitos juntos hasta que la suma alcanzada es uno de los números principales.

La suma de los números de su fecha de nacimiento y la suma de valor derivado de las letras en el nombre proporcionan una interrelación de las vibraciones que muestran a través de la cifras aspectos del carácter, propósito en la vida, motivaciones y talentos que puede estar ocultos y que a través de la numerología se pueden descubrir. Por lo cual es muy común elegir el nombre de un futuro hijo en función de los parámetros numerológicos, para ayuda a su destino al portar para toda su vida un nombre que le augure una armonización o sintonía con el todo (le universo).

Ya en la antigüedad Pitágoras definió a los números como las notas musicales del universo y como tales conocer las combinaciones que lleven a la armonía, nos puede permitir confeccionar la melodía de la vida.