El Sentido de el Mandala
El Mandala ha sido desde la antigüedad una expresión de la imaginación artística del ser humano. Surgen del “círculo mágico” y el color, diferentes formas geométricas que han hecho de éste ícono, una figura que ha representado no solo el estilo humano sino también el aspecto de lo sagrado en el.
Es desde la antigüedad un testimonio que se ha mantenido hasta nuestros días. Sus orígenes nacen en diferentes religiones como el hinduismo, budismo, lamanismo y también en el arte cristiano antiguo, en el cual aparecen mandalas abstractos, algunos de los más representativos son los rosetones vidriados de las catedrales, que muestran al hombre en “si – mismo” llevado al plano cósmico, figuras circulares abstractas que se suelen llamar “ruedas solares.”
En el antiguo Egipto estos los elaboraban en sus casas para transmutar energías negativas en positivas, para crear armonía y balance en sus viviendas y así mismo utilizaban su creación para meditar profundamente. En la China actual también son usados los mandalas para atraer la abundancia, la prosperidad y la salud. En el budismo es utilizado el mandala como expresión religiosa, divina y sagrada.
Siempre me ha interesado el arte y el color, e investigando acerca de esto, me he dado cuenta que el sicoanalista , descubrió a través de un sueño el sentido del mandala. Se dio cuenta que no era solo religioso el sentido que tenia, sino que se podía usar con fines terapéuticos. Descubrió que el hecho de dibujar un mandala, podía tener un efecto de curar y calmar emociones de quien lo estuviera confeccionando y al mismo tiempo podían tener una fusión psíquica.
Profundizando cada vez más en esto, llegó a elaborar una teoría de la estructura de la psiquis humana, llevándolo a sostener que los mandalas representan como símbolos la totalidad de la mente, abarcando tanto el consciente como el inconsciente. A través de los mandalas se puede expresar nuestro yo interior y estudiar nuestra situación personal.
“Solo se volverá clara tu visión cuando puedas mirar en tu propio corazón. Porque quien mira hacia afuera sueña y quien mira hacia adentro despierta” Carl Jung.
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