Elegguá
Elegguá es la fuerza vital, el dueño de los caminos, es que abre las puertas de la riqueza y la pobreza. Es bromista, pícaro, camorrista; es el más pequeño de los Orishas pero por otra parte el más temido. Tiene las llaves del destino, está acechando en cualquier parte ya sea las encrucijadas de caminos, el monte o la Sabana; junto a Orula, Babá y Oyá domina los cuatro vientos, lo enreda todo, vuelve las cosas del revés, está en sus manos salvar a quién quiere. Orishá de las bromas , de los imprevistos en definitiva de las ironías del destino, la amistad y el amor los puede volver odio a su antojo. En ocasiones no solo puede resultar malicioso sino realmente cruel sería el conocido como Eshu.
Sus atributos son: todo tipo de juegos infantiles soldaditos, cochecitos, sonajeros… machetes, palo garabato, sombrero de guano, escopetas, cananas, cuernos de venado y /o de chivo, pepitas de oro, monedas de plata y cocos secos decorados.
Los collares de Elegguá de cuentas rojas y negras en representación de la vida y la muerte, la guerra y la paz, el principio y el fin…
Las ropas de este Orisha son una chaquetilla y un pantalón ceñido a la rodilla junto con un gorro de cocinero todo ello roja y negro en muchas ocasiones a rayas de estos dos colores.
Las ofrendas de Elegguá son: tabaco, aguardiente, maíz tostado, jutía, pescado ahumado, bollitos, velas, dulces de todo tipo( caramelos, gominolas, chocolates…).
El sincretismo de este Santo: es el Santo niño de Atocha, San Antonio de Padua y el Ánima Sola.
Su número es el tres, su día de la semana el lunes, los días tres de cada mes; se celebra el seis de Enero y el 13 de Junio.
Es el primero de la trilogía de los Santos Guerreros, Elegguá, Oggún, Ochosi y Osun.
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