‘My Ghost Story’: la adrenalina del terror (I)

Craig
Hay personas que disfrutan de la conducción a toda velocidad. Los hay que se vuelven locos saltando desde un puente con los pies atados a una cuerda. A Craig lo que le gusta es recorrer los lugares famosos por sus historias de fantasmas. Una de sus investigaciones deseadas consistía en pasar toda una noche en la cárcel H.M. Gaol Maitland, en Australia. Las historias que se contaban del lugar pasaban desde las sombras y los orbes a los rugidos y las personas que decían haber sido tocadas por entes invisibles.
Craig contaba con la mejor de las ayudantes para sus investigaciones: su mujer, Nicky. Junto a Nicky y Craig también solían acudir a las investigaciones dos amigos de la pareja, aficionados también a lo paranormal.
La cárcel era demasiado grande como para ir todo el grupo junto de módulo en módulo realizando fotografías, grabando voces e intentando captar alguna aparición en vídeo, por lo que Craig se fue con uno de sus amigos y Nicky con otro, así podrían abarcar más durante la investigación. Craig quiso ir directo a la celda de la que más reportes se habían obtenido: la celda nº4.
Más información – ‘Paranormal Witness’: las cartas del ático (XI)
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