A Haunting: cazadora de fantasmas (una estrella)
Stacy y Jamie lograron reunirse con sus compañeros en el coche. Uno de ellos se fijó en Jamie. Tenía la mirada perdida. Stacy explicó en pocas palabras lo que acababa de suceder: las sombras de personas caminando entre las tumbas, el ruido de pasos, el pánico sufrido al encontrarse perdidos en ese cementerio… Todos se metieron en el coche y salieron de allí de inmediato.
A la mañana siguiente, Stacy estaba en la cocina desayunando mientras revisaba las fotografías que había hecho en el cementerio la noche anterior. En ninguna aparecía nada. En el lugar donde deberían aparecer las sombras sólo había tumbas. El despertador de Jamie sonó. Era momento de ir a clase. Al levantarse notó un dolor en la pierna derecha. Al mirarse se encontró con una estrella cortada en la piel, una estrella perfecta. Jamie bajó las escaleras corriendo para enseñarle a su madre lo que acababa de descubrir. Stacy dio por hecho que eso era algo que se había hecho él mismo, por lo que no le dio más importancia.
Jamie comenzó a cambiar. De repente se volvió un chico depresivo. Su ritmo en clase empezó a ser preocupante. Pero lo que más le pesaba a Jamie era volver a casa y encontrarse con que sus padres siempre estaban trabajando. Necesitaba hablar con su madre para contarle lo que estaba ocurriendo, lo que le estaba ocurriendo. Estaba obsesionado con la estrella de su pierna. En su skate comenzó a dibujar cruces invertidas y signos extraños. Mientras estaba en su habitación llenando el skate de símbolos, una rollo de cinta adhesiva salió disparada contra la pared. Jamie sabía que no había sido él, pero una extraña calma salió de él, se levantó la recogió, fijándose en el lugar de la pared que había golpeado.
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