La Baba Yagá
La Baba Yagá es un personaje malvado y perverso, se dice que sus piernas cada una hace una representación, una es la del mundo de los vivos, y la de hueso representa el mundo de los muertos. Se dice que suele comer persona, especialmente niños, con sus dientes de acero puede romper los huesos de sus víctimas, a pesar que como gente habitualmente, siempre conserva su aspecto de una mujer flaca y huesuda.
Baba Yagá puede volar, lo hace en su almirez y a veces en su olla. Ella vive en una choza, la cual tiene patas de gallina, es por eso que su casa puede caminar y se traslada por toda Rusia, fuera de su choza tiene un cerco el cual está adornado de cráneos. Se dice que para entrar a casa de esta bruja existe cierto conjuro que reza así: “Casita Casita, da la espalda al bosque y voltea hacia mí”. En su casa siempre hay carne y mucho vino, pero se dice que siempre está resguardada por sirvientes invisibles. Y también se asegura que están bajo su servicio los caballeros: blanco, rojo y negro, los cuales controlan los días y las noches.
Cuenta la leyenda que cada vez que alguien le hace una pregunta envejece, y que para rejuvenecer lo hace con un té de entrañas de rosas azules, es por eso que agradece mucho a quien le traiga estos ingredientes.