La flores de Bach.

Las flores de Bach están consideradas una terapia alternativa junto con la homeopatía, naturopatía y otras más. Constituyen una terapia que incide directamente sobre el cuerpo energético del individuo, es decir, no son una medicina que trate al cuerpo físico, ni tiene composición química, simplemente están hechas extrayendo la energía de la flor mezclada con agua y brandy, que actúa como conservante. Es por esta razón que algunos profesionales de la medicina opinan que se trata de un placebo. Sin embargo a día de hoy son muchas las personas que conocen sus efectos y han podido sanar sus dolencias gracias a ellas, de hecho en algunos países como Chile o Perú sí están aceptadas por la medicina tradicional. Y ya muchos profesionales de psicología las utilizan con sus pacientes.

El doctor Bach llegó a la conclusión de que muchos de nuestros estados de ánimo desequilibrados, si perduran mucho tiempo van minando el cuerpo energético provocando daños en él y a su vez van enfermando la salud mental y emocional hasta llegar a crear graves patologías físicas. En su método de 38 remedios florales, hay una flor para cada uno de estos estados de ánimo, a veces se combinan varias, por supuesto el tratamiento lo diseña un terapeuta cualificado, se pueden combinar hasta siete esencias, como es el caso del remedio rescate. Remedio universal que se usa en diferentes situaciones traumáticas como crisis de asma, accidentes,graves discusiones…

Los estados de ánimo a los que se hace alusión son los siguientes:

  • Emociones tormentosas.
  • Miedo a lo conocido y a lo desconocido.
  • Pánico.
  • Intolerancia.
  • Inseguridad.
  • Fobias.
  • Falta de asertividad.( no saber decir no).
  • Errores repetidos( siempre los mismos).
  • Manipulación de los seres queridos.
  • Distracción, falta de atención.
  • Baja autoestima.
  • Estrés.
  • Sensación de agobio ante las responsabilidades.
  • Egocentrismo.
  • Celos, desconfianza, envidia, odio.
  • Rencor, remordimientos.
  • Nostalgia.
  • Sentimiento de inferioridad, timidez.
  • Depresión, tristezas, obsesiones.
  • Agotamiento físico y mental.
  • Sentimientos de culpa.
  • Preocupación por los demás excesiva.
  • Pánico.
  • Severidad, rigidez.
  • Indecisión.
  • Desesperación.
  • Orgullo.
  • Ideas repetitivas.
  • Descontento, incertidumbre, confusión.
  • Apatía, resignación, falta de motivación.
  • Complejo de víctima.