La leyenda de la Llorona (parte 5)

La leyenda de la Llorona recorre toda América latina, con asombrosas coincidencias, las preguntas en su entorno cada vez son más frecuentes: ¿es la misma llorona? ¿por qué siempre llora por sus hijos?, ¿por qué siempre viste de blanco? Acompáñenos a descubrir más secretos de este fascinante personaje.

La Llorona de Panamá

En Panamá la leyenda de la Llorona se divide en dos tradiciones populares. Una  de ellas es la llamada Tulivieja, que era una bella muchacha casada, la cual tenía fama de parrandera, una vez había a una fiesta de pueblo, y como siempre ella tenía que asistir, pero tenía un bebé el cual dejaba con su madre, pero esta vez la madre se negó así que ella llevó a su bebé y lo dejó en una canasta cerca al río, para después recogerlo, sorpresa se llevó ella cuando regresó y no encontró a su bebé, ella empezó a buscarlo pero sin fortuna, por esa acción Dios le hizo una maldición y la transformó en un ser horrible con pata de gallina, que deambula por las noches buscando a su hijo.

La otra leyenda panameña referente a la Llorona, se llama la Tepesa, esta leyenda data de la época de la conquista, y cuenta de una bella joven indígena que vivía Ngöbe Bugle que se enamoró de un español, el cual la embarazó, pero como este acto le iba causar repudio en su tribu, la mujer huyó lo más lejos posible entre las montañas y cuando su hijo nació, esta joven ahogó a su hijo en un río. Al ver este horrendo crimen, Dios le habló y la maldijo, tan igual que a la Tulivieja, convirtiéndola en un ser horripilante que deambula por las noches llorando arrepentida y en la busca de su pequeño hijo muerto.