La maldición de Macha, leyenda celta
La maldición de Macha es uno de los relatos mitológicos celtas. Al igual que otras leyendas, busca dejar un mensaje a los creyentes, formando así a las personas para la vida en comunidad. Dice la leyenda que Crunden vivía en una parte solitaria del Ulster, entre las altas montañas. Vivía triste porque era viudo y tenía a su cargo la crianza de 4 hijos.
Un día, cuando estaba sentado en su casa, lamentándose, apareció una mujer alta y bien vestida, que se acercó al hogar y empezó a prender el fuego y posteriormente amasó el pan. Por la tarde tomó un caldero y salió a ordeñar a las vacas. En todo el tiempo que estuvo trabajando no dijo una sola palabra según la leyenda.
La mujer extraña
La mujer se llamaba Macha y le dijo a Crunden que se quedaría allí si él la aceptaba. Sin poder creer en su buena suerte, Crunden aceptó, se casó con la mujer y todas sus posesiones prosperaron.
Pasó el tiempo y un día se convocó una gran asamblea, allí los hombres de Ulster se reunían para hacer juegos y carreras. Crunden quería ir, pero Macha le pidió que no fuera ya que si se revelaba su nombre ella desaparecía para siempre. Crunden fue a la fiesta y terminó preso cuando afirmó que su esposa podía correr más que los caballos del rey. El hizo esta afirmación pero no reveló el nombre de su esposa, ya que no quería que desapareciera.
Al final los soldados fueron a buscar a la esposa de Crunden, y ella terminó compitiendo contra los caballos del rey aún estando fuertemente dolorida por su embarazo y el parto. El rey fue tan malvado que no le dejo posponer la carrera hasta después de las labores de parto.
Al terminar la carrera, y aún dolorida, Macha maldijo a las próximas nueve generaciones de Crunden. Desde entonces, cuando son atacados los hombres de Crunden siempre se ven débiles y suplicantes ante sus enemigos.
Sé el primero en comentar