La Puerta Estelar de Hayu Marca Peru
Una enorme puerta misteriosa fue descubierta en 1966 en Hayu Marca, una región montañosa del sur del Perú, venerada por los indios locales como la "Ciudad de la Dioses", pero que no había sido explorada completamente debido a las escarpadas montañas.
Aunque ninguna ciudad real ha sido descubierta, muchas de las rocas o formaciones de la región se asemejan a edificios y estructuras artificiales, entre las cuales aparece la una misterios puerta conocida como la "Puerta de Hayu Marca" o “Puerta de los dioses”, que se encuentra tallada en una pared de roca natural, siendo sus medidas de siete metros de altura por siete metros de ancho, con una pequeña profundidad en el centro de la base, que mide un poco menos de dos metros de altura.
Fue José Luis Delgado Mamani quien tropezó con la estructura mientras caminaba por las colinas circundantes tratando de familiarizarse con la zona, siendo su trabajo guía para los turistas de montaña, el dijo; "Cuando vi la estructura por primera vez, casi me desmayé", en una entrevista con la prensa local.
Después de descubrir la puerta Mamani contactó con arqueólogos y autoridades de La Paz y Lima, logrando que en poco tiempo la zona fuera sitiada por arqueólogos e historiadores, resultando que los indios nativos de la región tenían una leyenda que hablaba de "una puerta de entrada a las tierras de los dioses".
La leyenda decía que en tiempos pasados los grandes héroes habían ido a unirse a sus dioses, pasando por la puerta a una nueva vida gloriosa de inmortalidad y en raras ocasiones, los hombres regresaban por un corto tiempo con sus dioses para inspeccionar todas las tierras en el reino a través de la puerta.
Otra leyenda cuenta que el momento en que los españoles conquistadores llegaron al Perú y saquearon el oro y las piedras preciosas de las tribus Incas, un sacerdote del templo de los siete rayos llamado Aramu Maru huyó de su templo con un disco sagrado de oro conocido como "La llave de la puerta de los dioses de los siete rayos", utilizándola para atravesarla y nunca más se lo volvió a ver.
Imagen; glob
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