La Queimada
La Queimada es una bebida alcohólica que se desprende de la gastronomía y tradición gallega (España), pero su fama no se debe a su sabor ni a los efectos que suelen causar las bebidas de este tipo, sino que a la queimada se le atribuyen poderes mágicos y de sanación, claro que para surtan efecto debe ser acompañada de un singular conjuro. También se dice que la queimada nos protege de maleficios y malos espíritus.
El conjuro de la Queimada
Se dice que el conjuro nace en Vigo allá por los años 1967 por Mariano Marcos Abalo. Este conjuro se hizo muy popular por ese entonces tanto así que una imprenta de la época empezó a vender dicho conjuro, pero sin atribuírselo a Marcos, quien en el año 2001 lo patento con su nombre. El conjuro tiene una versión en gallego y la de español que veremos a continuación:
Búhos, lechuzas, sapos y brujas.
Demonios, duendes y diablos,
Espíritus de las vegas llenas de niebla.
Cuervos, salamandras y hechiceras,
Hechizos de las curanderas.
Podridos leños agujereados,
hogar de gusanos y alimañas.
Fuego de las Santas Compañas,
mal de ojo, negros conjuros,
hedor de los muertos, truenos y rayos.
Aullido del perro, pregón de muerte;
Hocico del sátiro y pata de conejo.
Pecadora lengua de mala mujer
casada con hombre viejo.
Averno de Satán y Belcebú,
fuego de los cadáveres ardientes,
cuerpos mutilados de los indecentes,
pedos de los infernales culos,
mugido de la mar embravecida.
Barriga inútil de la mujer soltera,
maullar de los gatos que andan en celo,
melena sucia de la cabra mal parida.
Con este fuelle levantaré las llamas
de este fuego que se asemeja al del Infierno,
y huirán las brujas a caballo de sus escobas,
yéndose a bañar a la playa de las arenas gordas.
¡Oíd, oíd! los rugidos que dan
las que no pueden dejar de quemarse
en el aguardiente quedando así purificadas.
Y cuando este brebaje baje por nuestras gargantas,
quedaremos libres de los males de nuestra alma
y de todo embrujo.
Fuerzas del aire, la tierra, el mar y el fuego,
a vosotras hago esta llamada:
si es verdad que tenéis más poder que la humana gente,
aquí y ahora, haced que los espíritus de los amigos que están fuera,
participen con nosotros de esta queimada.
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