Metoscopia, lunares en lugares poco comunes
La Metoscopia estudia los lunares en el cuerpo de una persona y puede identificar cómo sus características personales influyen en su presente y su futuro.
Para realizar una lectura usando la Metoscopia es necesario hacer un mapa de los lunares en el cuerpo de una persona, dibujando en una silueta de frente y del dorso dónde tiene lunares y la cantidad, incluso si son muy importantes los colores.
Luego sabiendo muy bien con qué características personales se relaciona cada lunar, es necesario realizar una lectura global y luego una más específica para conocer cómo es la persona y cómo estas características influyen en su vida.
Los lunares del rostro se leen de forma general, pero hay algunos lunares que son menos comunes que otros, es decir que no todas las personas los tienen:
Lunares en la comisura de los labios, si se ubican a la derecha hablan de la capacidad para disfrutar de los pequeños placeres, por lo que la felicidad y la alegría son características fuertes en esta persona. Si se ubican a la izquierda, estos lunares se relacionan con la represión de los deseos y la sangre fría.
Los lunares que se ubican en la raíz de la nariz, hablan de una persona con evolución lenta pero tan segura y controlada que podrá alcanzar cualquier objetivo que se proponga.
Si el lunar se ubica bajo la barbilla, o en el cuello hablan de una persona con gusto refinado, con capacidad para apreciar lo diferente.
También hay algunas personas que tienen lunares en el párpado o en el borde inferior del ojo, estos lunares son raros y harán que la persona se destaque y quede en la memoria de quienes los conozcan por lo que tienen facilidad para tener un conocido en cada lugar al que visiten, lo que les abre las puertas haciendo su camino más sencillo.
Si bien no es un arte adivinatoria muy conocida, la Metoscopia logra hacer un mapa general de la persona ayudándola a conocer sus debilidades y puntos fuertes, en pos de lograr mejorar su calidad de vida.
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