Ovnis a finales del siglo XIX
Una sorprendente serie de avistamiento se produjeron en la costa oriental de los EE.UU., entre 1896 y 1897, reflejados en muchos periódicos, que relacionaron los avistamientos con “aeronaves”, sin llegar a comprender de que se trataba.
Estos artilugios mecánicos a menudo brillaban como focos en el suelo y hacían un estruendoso ruido metálico, así como otros ruidos mientras se desplazaban por el cielo, contaban los relatos. Las especulaciones sobre las “aeronaves” se centraron en una serie de “inventores” que estaban probando nuevas embarcaciones y que pronto se producirían comercialmente, encontrándose disponibles para el público, sin embargo no era así.
Algunas personas afirmaron que las aeronaves habían aterrizado y que conocieron a sus inventores o pilotos, quienes decía ser de Marte, mientras que otros insistían en que eran “de un lugar donde nunca llueve”.
Sin embargo otros afirmaron que eran dirigibles y que se construyeron en los talleres de la costa este, que no nunca existieron según las investigaciones sobre la época, otros testigos protestaba por que las aeronaves dejaban caer lastre o carga sobre ellos.
HG Wells escribió una historia corta en esta época, “El maestro del aire”, sobre un hombre llamado Robert L’Conquistador, que conquista el mundo a través de su tecnología secreta aplicada a una aeronave más ligera que el aire y equipada con varias armas desconocidas extremadamente mortíferas.
Uno de los episodios más curiosos sobre la ola de avistamiento de supuestas aeronaves, fue que se pensó que era una broma de un periódico, particularmente la historia de una aeronave que se estrelló en molino de viento del juez Proctor en Aurora, Illinois. Accidente que dejo como saldo el cuerpo de un pequeño que se decía fue enterrado con algunos de los restos de la nave.
En 1972, los rumores de esta historia se desataron y un hombre llamado Frank Kelley apareció diciendo conocer el paradero del entierro, él era un cazador de tesoros y encontró varias piezas de metal con su detector de metales, resultando ser en su mayoría de aluminio, pero ningún cuerpo fue encontrado.
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