Pacto con el Diablo

El Pacto con el Diablo o también llamado pacto fáustico es un supuesto trato que se realiza con el mismísimo diablo, a cambio de algún deseo y por lo general de parte del diablo la solicitud del alma. Esta práctica o la creencia de ella, nace a raíz de la leyenda de Fausto y Mefistófeles. Esta práctica es muy común sobre todo en el cristianismo y en el occidente, sin descartarla en otras religiones y otras partes del mundo.

El Pacto con el Diablo forma parte de las  creencias cristianas tradicionales, así como de la brujería. Se dice que el pacto con el diablo se realiza de dos partes, una la persona y la otra el diablo o algún otro demonio, aunque tampoco se descarta realizarse con más de un demonio. La persona ofrecerá su alma a cambio de favores o poderes, estos “favores” suelen ser juventud, riquezas, conocimientos, amor y poder. Aunque se dice que algunas personas hacen dicho pacto sin pedir nada a cambio, con el único fin de reconocer al “señor de las tinieblas” como su señor.

Este acto según las creencias las religiones monoteístas occidentales, es sumamente peligroso, ya que hacer un pacto con el diablo implica a perder el alma eternamente o condenación eterna del alma. Muchos asocian el pacto con el diablo al paganismo, ya que se dice que se origina desde ahí. El paganismo aparece a mediados del siglo VIII en Europa, y algunos consideraban este tipo de “pacto” un rito pagano. Algunos estudios asocian estos ritos con la demología, y que en tal pactos se podía llegar hasta a ofrecer sacrificios humanos. Es por eso que estos ritos o pactos eran sumamente secretos, y eran hechos condenables, en muchos casos eran realizado por brujas o personas diabólicas.