Paranormal Witness: el exorcista (Leviatán)
Sólo quedaba por expulsar el último demonio. Se seguía resistiendo, se reía, se burlaba de cada oración que salía de mi boca: “¿Por qué no abandonas el cuerpo de esta mujer?” La respuesta ya la sabía: “Ella me invitó”. No había mucho más para decir aparte de los textos del Ritual Romano. Yo intentaba jugar usando sus propias palabras: “Además, te han dejado solo, ya solo quedas tú. No tienes fuerza suficiente como para defenderte. ¡Dime tu nombre!” Y el demonio se identificó: “¡¡Leviatán!!”
Ya teníamos su nombre. Ahora sólo nos quedaba expulsarle de una vez por todas: “Leviatán, repite conmigo estas palabras… ¡y luego vete! Santa María, llena de gracia”. Pero el demonio seguía con las burjas: “María Santa, gracia de llena”. No me quedaban más fuerzas. Sólo podía levantar la voz más y más e intentar que el demonio aceptase su sumisión y se fuese: “¡Repite conmigo, Santa María, llena de gracia… y vete!” El demonio agachó la cabeza: “Santa… Maria… llena… de… gracias”. La mujer levantó la cabeza, volvía a ser ella. Habíamos ganando.
Jamás volví a ser el mismo. Jamás pude mirar a las personas igual después de mi viaje a Roma. Hoy en día sigo siendo el exorcista de Indiana. Jamás volví a ser el mismo.
Más información – Paranormal Witness: el exorcista (nosotros)
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