‘Paranormal Witness’: ¿jugando con la ouija a estas alturas? (I)
Contar este tipo de historias hace que a uno le den ganas de acercarse al afectado, abrir la mano a todo lo que da y soltarle una colleja de esas que te pica la mano hasta el codo: “¿¡ Es que a ti no te han dicho nunca que con esas cosas no se juega, hombrepordiós!?” Desde mis años de escuela que vengo escuchando historias -algunas ciertas, otras que ni Paris Hilton hasta el culo de lo más barato que pille- de valientes que “juegan” con la tabla ouija. Y, claro… luego pasa lo que pasa. Dile tú ahora al fantasma que no te viene bien que se quede en tu casa, que estás por recibir visita y que no son gente que se lleven bien con los fantasmas… pero que no es por racismo ni nada de eso… sólo que no te viene bien en este momento.
Ahora en serio -o no-. Año 2008. Una mujer casada, con un hijo adolescente y una nueva pareja. Ambiente familiar cien por cien. En una charla con unos amigos, estos cuentan que andan jugando con una ouija y que se lo pasan pipa. Entiendo que la curiosidad es muy malísima de la muerte, pero… en el 2008, nena… ¿¿¿a qué vas a comprar una ouija??? Con ese novio tan apañado que tienes y vas tú a por un tablero para charlar con fantasmas. Para eso vas a un bar un sábado por la noche y te sale gratis, Maripili.
Más información – Paranormal Witness: historias contadas por los protagonistas reales
Índice
Sé el primero en comentar