Paranormal Witness: La Arpía (Taylor)
Tony y Debra prepararon y decoraron la habitación de Taylor con sus propias manos. Los dos tenían buena mano para ese tipo de tareas, y si a eso se le sumaba el subidón de ser padres primerizos, creo que sobran el resto de explicaciones. En la familia de Tony y Debra también había hueco para un perro, un setter inglés que vivía pegado a sus dueños, llegando a parecer una extensión de las piernas de Debra o Tony. Uno no podía pasar junto a este perro sin caer enamorado a sus pies.
Pero justo por eso resultaba extraño ver al perro sentado frente a la puerta de la habitación de Taylor, ladrando y ladrando, como queriendo advertir de que algo en ese lugar no iba bien. Tony se lo achacó al cambio de casa, que aún le quedaba un poco para terminar de acostumbrarse del todo.
Las noches con Taylor era las normales con cualquier otro bebé: llantos y llantos que conseguían hacer las noches interminables. Primero se repartieron los turnos habituales, pero al final siempre acababan levantándose los dos y bajando con el niño al salón, a tomar algo caliente y ver la tele mientras el peque se dormía de nuevo.
Más información – Paranormal Witness: La Arpía (Tony y Debra)
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