Paranormal Witness: la maldición de Manson (la fiesta)
Parecía mentira que de la nada hubiese salido semejante casa, digna de la mejor de las estrellas de Hollywood. David no se había privado de nada. Esa iba a ser la casa de sus sueños y tenía que ser precisamente así.
Ahora que la casa estaba terminada sólo necesitaba de un último paso esencial: la fiesta de inauguración. Ver su nueva casa, terminada y ahora con casi sesenta personas charlando, tomando unas copas y con buena música de fondo era la guinda que David necesitaba.
Sesenta personas eran más que suficientes para ver cómo las reservas de alcohol de la fiesta disminuían a gran velocidad. Una de las amigas de David, Lawreen, fue a la cocina a por otra botella de champán. El ambiente en la casa no podía ser mejor. El buen rollo flotaba por toda la casa. Lawreen ya salía de la cocina con la botella cuando algo llamó su atención. Por la ventana de la cocina vio a un hombre que caminaba muy cerca de la ventana, como si tuviese curiosidad por la fiesta. Era un hombre joven, moreno, vestido de traje, pero había algo que no tenía sentido, y eso era que la cocina estaba en la segunda planta de la casa y que la caída era como de unos cinco metros. No había lugar alguno por el que caminar a esa altura.
Más información – Paranormal Witness: la maldición de Manson (el terreno)
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