‘Paranormal Witness’: las cartas del ático (III)
Te podría resultar totalmente imposible intentar hacerle creer a un escéptico como Mark lo que Bronte y Rebecca acababan de vivir. Aquí tocaría escuchar lo que todo el mundo dice. Que si “el estrés del cambio de casa”, “la mudanza”, “las dudas sobre el cambio de ciudad”… lo que sea menos empezar aceptando el término “paranormal”, no nos vayamos a volver locos todos.
Pero cuando las cosas han de darse, se dan, esté quien esté y seas quien seas. Todos en esa casa se extrañaban de que, cada mañana, un vaso apareciese roto en la cocina. Los cristales quedaban siempre junto al fregadero, ninguno en el suelo, como si se hubiera caído al intentar colocarlo en el mueble de arriba después de fregarlo.
Dicen que “no hay más ciego que el que no quiere ver”. En esta casa todos cumplían ese dicho. Inventarse un accidente por día para dar explicación a la cantidad de vasos rotos por semana no tiene que ser una tarea fácil. Pero ahí es donde juega la baza del querer buscar solución o preferir seguir haciendo oídos sordos. Total, es sólo un vaso, ¿no? Ahora tocaba seguir subiendo escalones en en esa serie de hechos que no dejaban de sorprender a todos.
Más información – ‘Paranormal Witness’: las cartas del ático (I)
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