‘Paranormal Witness’: las cartas del ático (XI)

Mientras Mark leía las cartas de Prentiss y Ladell, Rebecca recibía el certificado de defunción de Ladell. La historia por fin estaba cerrada. Ella misma se había envenenado en la fiesta de Navidad de su madre. Echó unas tabletas de cianuro de mercurio en un vaso de ponche y murió en su cama.

¿Entonces qué había sido todo lo que habían estado viviendo? ¿Quizás la necesidad de Ladell de que la gente conociera su historia, su dolor? En ningún momento nadie de la casa se pudo considerar atacado por nadie. Todo había sido como un sinfín de pistas por organizar para que todo terminase en eso: esclarecer el drama de Ladell.

Según Mark y Rebecca, todo esto solo podía ser que Ladell por fin estuviese preparada para que se conociera su historia, su verdad. Que todo esto le serviría a descansar en paz de una vez por todas. Así que, seguramente, tocará esperar para saber si todo en esa casa ha vuelto a la normalidad o si Ladell aún no puede controlar su pena de amor, paseando de un lado a otro de la casa, esperando ver aparecer a Prentiss desde la ventana del ático. Estos hechos ocurrieron en el año 2005.