Piedras Magicas; El Ambar

El ámbar es una de las piedras consideradas mágicas, conocida y utilizada desde tiempos remotos, por sacerdotes y chamanes, debido a sus propiedades eléctricas naturales, cuyo nombre deriva del árabe, “Succinite” que significa “jugo“, pero los griegos la llamaban “elektron”, vocablo del que deriva la palabra “electrón” (partícula atómica).

Los antiguos griegos fueron los primeros en registrar la información sobre las propiedades eléctricas del ámbar, ya que si ésta se frota con un paño de seda, atraen el polvo y la herrumbre, a lo cual se sumaba a sus poderes la creencia de que podía dar vida, ya que por lo general insectos y animales pequeños quedaban fosilizados en ella, de aquí se la relacionaba con la esencia de la vida.

En los tiempos antiguos el ámbar era quemada para limpiar el aire, especialmente durante los partos, además de creer que era capaz de mejorar la visión solo al contemplarla.

Por sus propiedades el Ámbar siempre se han asociado con la magia, tratándose de la piedra favorita para la protección por parte de los chamanes, además de relacionarla con el aspecto sensual o el amor, ya que el ámbar es caliente al tacto.

El Ámbar de color amarillo era muy preciada por los indígenas ya que ponderaban su poder mágico sobre la comprensión o la apertura espiritual, utilizándola en rituales destinados a búsqueda de conocimiento o respuestas, cuando debían decidir temas importantes para la comunidad.

Para la cromo terapia el color amarillo se considera estimulador de los procesos mentales, capaz de incrementar la atención o la concentración, por lo cual se recomienda su uso para decorar o pintar lugares destinados al estudio.

El Ámbar no es una piedra verdadera sino resina fosilizada de los árboles de coníferas, que datan de una época geológica de treinta millones de años, variando en color ya que sus tonalidades van desde el amarillo pálido al marrón oscuro, aunque algunos ejemplares se han encontrado con color rojo.