Protección contra la mala suerte
¿Quieres saber el verdadero secreto de la buena suerte? El azar es uno de los factores, pero la clave está en no esperar pasivamente que las cosas ocurran, haciendo siempre más o menos lo mismo, sino explorar las posibilidades y cambios que pueden resultar favorables a nuestros objetivos.
El azar es un suceso imprevisto; el secreto de la buena suerte es convertirlo en algo positivo. Por eso decía el gran sabio Luis Pasteur que tanto hizo en bien de la Humanidad: “El azar sólo favorece a las mentes preparadas”.
Pero muchas veces la mala suerte conspira contra nuestras mejores intenciones, por eso nunca viene mal ayudar a la buena suerte con algún sortilegio de protección como este que te presentamos.
Elementos necesarios:
Una olla pequeña.
Un puñado de hojas de eucalipto.
Media cucharada de ajenjo.
Una cucharada de lavanda.
Una cucharada de peperina.
Tres sahumerios de aroma a lavanda.
Tres velas blancas.
Sal gruesa.
Dos tazas de vinagre.
Una cuchara de madera.
Procedimiento:
Realizar una limpieza profunda con agua y vinagre; dejar que se ventile la casa. Luego dibujar tres cruces de sal gruesa del lado de afuera de cada acceso a la casa. Encender los sahumerios y las velas, dispuestos en forma de dos triángulos opuestos cruzados, es decir, que formen una estrella. Mientras tanto se debe decir la intención del ritual. Poner a hervir el agua y agregarle las hierbas aromáticas, dejando hervir en forma constante. Mientras tanto decir alguna frase ritual relativa a lo que se está haciendo, como alejar las energías negativas.
Al finalizar se apaga el fuego y se deja enfriar el agua, colando el líquido con un filtro; a este líquido se le agregan unas gotas de vinagre y se coloca en un perfumero o aspersor.
El ritual finaliza recogiendo todos los restos y quemándolos hasta reducirlos a cenizas; la sal debe ser barrida y arrojada a un lugar poco transitado.
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