Ritual de la sal para atraer la buena suerte.

En las actualidad las creencias relacionadas con la buena suerte están más relacionadas con el saber hacer y  la actitud que las personas tienen en la vida, en cambio hay opiniones al respecto más basadas tal vez en las supersticiones antiguas o quizá simplemente en la creencia de que hay personas especialmente sensibles y vulnerables a las vibraciones energéticas negativas que hay en su entorno, estas cargas eléctricas, entidades espirituales se agregan a la campo aúrico de la persona , perjudicándole de  múltiples formas: minando su voluntad de triunfo, anulando su entusiasmo, nublando su inteligencia, creando pesimismo en su espíritu. Llegados a este punto la persona ha de librarse de esa carga negativa. Para estos casos es muy útil el ritual de la sal, aleja la mala suerte, atrae la buena e ilumina la mente para enfrentarse a situaciones difíciles. Es un ritual muy antiguo y muchas personas le deben su éxito y felicidad. Se lleva a cabo de la siguiente manera:

Durante siete noches seguidas se coloca debajo de la cama, a la altura de la cabeza, un plato blanco lleno de sal y cada noche antes de acostarse se recita el siguiente conjuro:

“Espiritu de Gran Luz blanca,

aleja de mi las tinieblas enemigas.

Hazme sentir tu protección amorosa,

dame alegria y amor para compartir.

Haz de mi tu instrumento,

deja que se cumplan mis deseos.

Que mi poder sea una Luz,

que a los demás salve de las tinieblas.”

Cada mañana se retira el plato de sal y se guarda en un lugar oscuro, por ejemplo un armario. Al cabo de los siete días la sal ha de quemarse o enterrarse, nunca tirarla al cubo de la basura, puesto que de otra forma el mal que la sal ha absorbido quedaría liberado y podría dañar a otras personas.

Este ritual puede realizarse siempre que se quiera en series de siete noches seguidas. Esta limpieza ayuda a utilizar la energía propia en la dirección adecuada para conseguir el éxito.