Ritual para purificar una casa.
Hay algo que resulta fundamental en la vida de una persona; tener su templo, su lugar de relax , de recogida de todas las agitaciones del mundo exterior. Este lugar es la casa donde habita, de la misma manera que es de suma importancia que los objetos que hay en ella sean de su agrado, el orden, la limpieza, los aromas… Si la vivienda no es adecuada de vibración energética a su magnetismo no es posible ser feliz ni aspirar a que la existencia le sea favorable.
Hay que tener en cuenta que siempre existen radiaciones de magnetismo negativo tanto procedente de materiales, como de fuerzas espirituales o emocionales que pueden convertir una morada en lugar desgraciado.
Si en la casa anteriormente se han provocado dramas, ha habido personas conflictivas y la energía predominante era la ira, la rabia y este tipo de sentimientos, bastará con un sencillo ritual de purificación para cambiar esas vibraciones.
- INGREDIENTES:
- 3 velas blancas.
- 1 varilla de incienso correspondiente al signo de la persona que va a realizar el ritual o del día de la semana.
Se colocan las velas en candelabros diferentes y se enciende el incienso, en cada puerta y ventana se colocan las velas formando un triángulo equilátero , se traza la señal de la cruz en el aire con el humo del incienso y se realiza la siguiente invocación.
” Benedicte omnia angelus Dómine per Adonai, spiritu planetarium regium fortuna bona oc yo” seguido a la invocación se da el nombre y apellidos del oficiante.
Este ritual debe hacerse en la primera noche de luna nueva y repetirlo en las dos lunas nuevas siguientes. La forma de encender la velas debe ser; con una cerilla de madera se enciende la primera vela y con ésta las velas restantes y el incienso. Para apagar las velas después del ritual debe usarse un apagavelas, nunca soplar o apagarlas con el dedo. El incienso se deja consumir hasta el final.
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