Shamballah
La literatura ocultista contemporánea habla de un reino misterioso llamado “Shambala“, ubicado en algún rincón remoto del Tíbet o Mongolia, tal vez bajo tierra o en un universo paralelo.
Algunos autores han sugerido que podría estar ubicado en el sur de Siberia o en el valle de Sutlej en el Himachal Pradesh, describiéndose generalmente como la tierra de la virtud y la felicidad. La famosa médium rusa Madame Blavatsky, que en el siglo XIX ayudó a iniciar el movimiento de la Nueva Era, escribió acerca de Shambala, al igual que su discípulo Alice Bailey.
El misterioso y aventurero artista ruso-estadounidense Nicholas Roerich viajó a Tíbet y Mongolia en dos expediciones entre 1924 y 1928, principalmente en busca de Shambala. Así según cuentan las historias esotéricas nazis, Hitler envió expediciones al Tíbet para encontrar lo que imaginaba que era la patria de la raza “aria”, influenciados por la teosofía y la secta fundada por Madame Blavatsky.
A veces identificado con Shambala, el reino subterráneo de Agartha, que se encuentran asediados por los demonios del mal llamados “asuras“, que habitan en cavernas y las criaturas ocultas, fue William Michael Mott quien cita leyendas que afirman que los reptiles del mal llamados “nagas” habitan en los reinos subterráneos de Patah y Bhogavati.
En la mitología hindú los Nagas (de la palabra sánscrita “penco“, de serpiente) son hombres serpiente que viven en la tierra, bajo tierra y debajo del mar. La palabra “naga” puede referirse a cualquier serpiente o dragón y curiosamente hay una tribu de personas aparentemente normales en el noreste de la India que son llamados Nagas.
Las leyendas orientales hacen referencia al reino de Shambala como una luminosa ciudad de oro, que solo es visible para los puros de corazón, así como su rey será quien se hará presente para salvar al mundo, cuando este se sumerja en el caos.
Foto: flickr
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